lunes, 17 de mayo de 2010

Una gata ilustrada

Hay una pequeña calle en el centro, que para mí siempre tiene un punto mágico, se llama San Fernando y va desde la Calle San Vicente hasta casi las mismas puertas del mercado Central, es corta, concreta y su encanto no reside en edificios espectaculares, ni en una luz envolvente...

La magia viene de una pequeña librería, una tienda atemporal, dulce, como las pastelerías de nuestra infancia, que consigue siempre ponerme de buen humor aunque arrastre un triste flemón y ande dopada de calmantes.

Ese pequeño tesoro tiene dos alturas, libros antiguos de temáticas variadísimas, propietarios afables, juguetes añejos y una gata vieja con cascabel incluido, que en el invierno dormita en un precioso cesto rodeada de ratones de trapo y en mañanas de primavera como la de hoy deja transcurrir las horas en una silla de madera en el exterior como una portera de toda la vida, echando la mañana, mientras recibe un rayito de sol de mayo rodeada de macetas floridas.

Os juro que es tan agradable como lo cuento y si tenéis un momento, dad un paseo por esa callecita corta y concreta y visitad esa librería de cuento, que huele a caramelos de violeta y parece anclada en el tiempo, llena de tesoros por descubrir, un reducto, donde nada malo puede pasar, una especie de cajón de sastre, o de baúl de la abuela lleno de secretos de otro tiempo, absoluta y rotundamente delicioso.

Incluso el flemón dolía menos... ¿veis donde reside la magia?

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