miércoles, 16 de septiembre de 2015

BOMBERA TORERA


Hoy estoy como el emoticono del grito, básicamente desquiciada. Antes de llegar al trabajo he tenido que decirle a mi hijo unas dieciocho veces con voz aterciopelada y susurrante para que no se me obsesione, “cariño el desayuno”. En la once me he descubierto poniendo tono de película porno, “Amparo, todo sacrificio es poco para evitar traumas alimenticios” me he dicho a mí misma con registro de late night de Cristina Tarrega. A continuación he puesto rumbo a casa de mi madre para apagar el incendio matutino, así a pelo sin antidepresivos ni lexatines. Hoy gracias a Dios no se había atrincherado en el baño, simplemente se ha reinventado tiñéndose el pelo con carmín rojo bermellón, tranquilos podría ser peor, si la pilla Mario Testino le hace unas fotos y acaba de icono de moda, la verdad es que tenía cierto aire a Cruella De Ville de lo más posmoderno.

De camino al despacho venía pensando que tengo que explotar mis registros vocales, igual podrían contratarme en una línea erótica si aún existen o en un programa de madrugada. Hay que estudiar toda posibilidad de reinvención laboral que la cosa está muy malita.

Al llegar al trabajo me esperaba Antonia la portera con lo más granado de las revistas y como comprenderéis no era día de dejar pasar la ocasión. Un café para cada una, un escalón para sentarme y a diseccionar. Después de un análisis sistemático ambas hemos concluido que a.- Terelu está gorda y tiene una cara de mala leche que tira de espaldas(vale, no somos Einstein), b.- que necesitamos el filtro milagro que le ponen a -Isabel robamaridosoctogenarios Preysler- en el Hola, aunque en la fiesta neoyorkina parecía una burbuja de Freixenet (Antonia dixit). Desde el respeto/indiferencia Isabel, estás mayor para el lamé y las transparencias, en Las Vegas hubieras tenido un pase, pero para Lexington Avenue te veo pelín choni de noche vieja, llámame pérfida. No te fíes demasiado de los estilistas y diles a los hábiles empleados de Hola que ya tardan en retocar a Don Mario, si no le ponen la misma pátina va a acabar pareciendo tu padre. Eso y siéntalo a escribir, que como te siga el rollo en dos telediarios lo veo con publicidad en el cuello de la americana, llámame histérica asquerosa. Terelu te paso mi móvil, somos almas gemelas.

Antonia y yo estamos también especialmente preocupadas por los niveles de colesterol y triglicéridos de Kiko Rivera, además alguien debe advertirle de que hay ropa más allá del chándal gris. Eso o hacerlo emigrar rápidamente al Bronx para buscarse la vida como rapero y dejar hueco a una familia Siria de cinco miembros. Pobre chico con la madre enchironada, la hermana haciendo bolos en Benidorm y sus pilinguis contando intimidades, no me extraña que liquide la producción nacional de panceta.

Una vez hecho el repaso más destacado, Antonia ha repartido las revistas a sus acomodadas propietarias y yo he notado con alegría en el ascensor que ya no hiperventilaba.

Relajadita me he quedado. Como dice Isabel en su romance otoñal alicatado: “no tenemos tiempo que perder” yo tampoco, al tajo.

NO OLVIDAR: Llamar mañana al retén de bomberos del barrio y pedir precio de las mangueras que no tengan en uso.







3 comentarios:

  1. Los dos cafés te han hecho buen efecto jeje. Aunque puede que sea la tal Antonia el acelerador de tus emociones.
    Un abrazo y animo con el inicio de curso. Toco madera porque el mio por ahora va muy bien.

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  2. El efecto Antonia ya ha protagonizado uno de mis cuentos, es una mujer divertidísima, que igual posa para un fotógrafo que te hace el blanco de las juntas. Un personaje redondo, lo mejor del edificio. Repasar con ella las revistas es lo mejor del miércoles. Te deseo un estupendo curso yo ando metida en la árida adolescencia. Abrazos

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  3. Diseccionar famosos en compañía el día que salen las revistas debe ser muy relajante. No tengo el placer, a mí me toca siempre a toro pasado.

    Lo que me tiene pasmada es el "efecto Preysler". ¿Qué demonios tiene esa mujer? ¿Qué les da? Un cantante-futbolista, un marques, un economista brillante (bien casado aunque no le importó, lo mandó todo al traste) y ahora un nobel de literatura peruano excandidato liberal a la presidencia de su país (que también ha pasado olímpicamente de todo y todos)
    No hay quien lo entienda. Las hay que dicen que funciona muy bien en horizontal. No sé, lo debe hacer de cine porque les deja obnubilados. Eso sí, ya puede espabilarse porque el actual ronda los 80, no me extraña que ella haya declarado que no tienen tiempo que perder.

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