lunes, 5 de noviembre de 2012

SI QUIERO (PRIMERA PARTE)

Definitivo. Me paso a la comedia. Estoy cansada de telediarios, chorizos y catástrofes. Así que en una semana especialmente dolorosa, con crías aplastadas, pateras hundidas y el empleo en caída libre, me he dicho a mi misma que no puedo seguir así. ¿No tiene el Sr. Mas un plan?, pues yo también. El mío es de andar por casa, pero plan, al fin y al cabo. Así que la otra noche  busqué el DVD de “Aterriza como puedas”,  hice unas palomitas y decidí que era tiempo de darle la vuelta a la tortilla. Me vine arriba con cuatro risas y hasta acabé sintiéndome grácil y bella, al bajar a depositar la bolsa de basura en el contenedor. Mientras me arengaba con frases como: “Si es que tienes mucho arte”, o “lo bien que lo vas a pasar haciendo mermeladas en cuanto te quedes en paro, ríete de Diane Keaton”.
En esas me hallaba, cuando se me ocurrió abrir el buzón. Me llamó la atención un sobre grande, con maravillosa caligrafía. Las piernas empezaron a temblarme, porque aquello tenía toda la pinta de tarjetón de boda pija. Efectivamente. Sentí un sudor frio al leer el plan, boda de esas que duran día y medio, con brunch de bienvenida (almuerzo en fino), paseo por casco histórico, reposo en hotelito con encanto y posterior salida en autobuses hacia una ermita, debidamente restaurada, por el padre de la contrayente. Después cena, baile y vuelta al autobús para que nadie se pegue un piñazo por ir perjudicado, los ricos otra cosa no, pero considerados con sus congéneres, son un rato.
Los ojos se me salían de las orbitas. Y es que no os lo he confesado todo. Yo tengo una prima millonaria. Muy millonaria. De esas que participan en regatas o viajan a Viena en fin de año, porque les encanta asistir al concierto de Strauss, lo que se dice un no parar de pasta. Es una tía estupenda a la que trato poco, pero su hija ha tenido a bien encontrar el amor y mira en que pedazo de marrón me veo envuelta. Si escuchara religiosamente el contestador de mi teléfono, habría descubierto la aterradora noticia hace una semana, pero ahora me encuentro con el rictus desencajado, el ojo izquierdo rollo Millán de Martes y trece y el delicado papelito entre las manos.
A tomar viento mis aires de alta comedia.

¿Qué demonios puedo hacer?, al instante me lanzo a pedir auxilio estilístico a todas mis amistades, zapatos, traje glamuroso, abrigo, bolso... Después pasado el primer golpe, empiezo a bucear en internet, buscando outlets y alquiler de trajes de ceremonia. Pero en Valencia de alquiler, solo tengo dos alternativas o vestirme de fallera o de calabaza de halloween y no sé yo si encajaría demasiado con el ambiente del evento.
Mientras, mi grupo de amigas empieza a mandar fotos de lo que hay disponible: tocados a lo Pippa Middelton, trajes color fresa, abrigos de leopardo… (somos un grupo muy versátil), pero yo sigo sin dar crédito y me largo a la cama para ir madurando convenientemente el alcance del tsunami económico que me acecha.

Al día siguiente y todavía en estado de shock, me introduzco en una tienda de trajes de fiesta cercana a mi despacho, para ir abriendo boca. Cojo uno sencillo de color violeta para ver que tal, cuando la gentil dependienta tiene a bien traerme otro, que dejaría a la reina del carnaval de Tenerife como un prodigio de minimalismo. Me lo pruebo por educación y al mirarme en el espejo constato tres puntos dramáticos:
a.- Cada vez me asemejo más a Dalí y no precisamente en su talento pictórico.
b.- O me tiño el pelo de inmediato o busco empleo como mujer de Papa Noel estas próximas navidades.
c.- Nací en la época adecuada, como coetánea de Sisi emperatriz lo hubiera tenido francamente crudo.

Salgo de la tienda por patas sudando a mares y me topo en la puerta de un cine, con una foto de tres metros de James Bond en smoking, olvido el sudor y me recorre enterita un tremendo escalofrío. Por media horita con este señor sería capaz de enfundarme el traje de fallera y el de calabaza en plan combinado.Y si me apuras, hasta me visto de lagarterana.

Continuará…











7 comentarios:

  1. A ver, por partes, que te has saltado detalles:
    - a ver que haces con los zapatos, no quiero otro porrazo tipo a lo de Sexo en Nueva York
    - el tocado en el pelo: cuando vi la boda real esta de este verano, explicaban que la raya del pelo de las señoras venía a confirmar su partido político, y como ahora no estamos ni para ser de izquierdas, ni de derechas ni de centro, pues como no te los pongas en el chocho... Y ahí no luce, la verdad.
    El peinado. Para mí es fácil. Mi marido "se pone".siempre cuando estamos a punto de salir, así que paso de mi peinado despeinado y prefiero un "look casual". Vamos, que no se enteren ni por casualidad el motivo de que lllleguemos tarde
    - la ropa. Cada vez coge más fuerza el disfraz de calabaza pero diciendo que es un vestido de Ágata Ruiz de la Prada. Seguro que cuela.
    - ah, y los pies, que como tengas los talones estropeados te hace carrera las medias,
    - Y las uñas, y....

    Mira, que entre eso y el "regalito a los que se casan" ya tienes que vender tarros de mermelada, ya....

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  2. Cuanta verdad encierran tus palabras, si el vestido es largo corro el grave riesgo de meterme otro tortazo que me conozco!!!!, lo de calabaza hay que considerarlo, ademas ahora están de oferta. El regalo????? glup!!!! no soy capaz de imaginar la pasta. Yo creo que voy a enfermar subitamente de algo tremendamente contagioso varicela quizá????

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    1. Como enfermedad, la que ahora está de moda es la gastroenteritis. Como con la situación actual y la crisis todo es una mierda...

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  3. Jaja yo creo que la cosa estará entre un virus desconocido pero altamente contagioso, o un achuchen de mi madre. Lastima de exquisiteces culinarias, yo que ya solo me muevo del mercados al carrefour.
    Besos

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  4. Podrías probar suerte con el sastre del Camps, seguro que tiene algo a medida de tu bolsillo. A Camps le funcionaba, y era muy económico según dicen, jejeje.
    Un abrazo

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  5. Que gran idea!! económico desde luego me saldría, aunque no se yo si toca la gama de señora con escasos recursos y nula proyección politica. Todo es mirarlo. Besos y abrazos.

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  6. Qué mal repartido está el mundo, sin salir de la familia.
    Me he partido con la primera parte. A ver si me compongo para la segunda. Un abrazo, Amparo.

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