viernes, 21 de enero de 2011

PORTAZOS

Ligeramente agitada como el dry martini de James Bond, así me levanto de buena mañana, estado de ánimo que con el paso de las horas puede derivar hacia un atacamiento de nervios masivo. Por más que me recreo en libros y clases de meditación, control de la respiración, pensamiento positivo y otras lindezas, parece que estoy abocada a recoger zapatillas o juguetes de lego diseminados, que un día conseguirán llevarme a urgencias con alguna fractura de consideración.
Se me van dos horas en planchar uniformes, hacer zumos de naranja con tostadas, intentar despertar a mi hijo primero dulcemente en plan madre de anuncio de la tele y después de veinte minutos con un grito digno de Tarzán, recoger un poco la casa, ducharme, intentar disimular la raya del tinte y las ojeras con escaso éxito, repasar mentalmente si los deberes están en su sitio, el bocadillo en el suyo, la pastilla del estomago en su estomago, hacerme un café, echar un vistazo angustiado tras otro al reloj de cocina, quitarme un pelo de bruja piñones que siempre tiene a bien aparecer en mi barbilla los días de reunión importante en el trabajo, pesarme y constatar horrorizada a donde han ido a parar los polvorones que me zampé alegremente en navidad, vestirme con algo que disimule aunque sea mínimamente también, los estragos del turrón de chocolate Suchard (bendito sea, por cierto), para concluir, tras el portazo correspondiente, corriendo -galopar sería más adecuado- hasta la puerta del colegio dentro del horario previsto. Toda esta gimkana digna de una olimpiada, se repite a diario en mi vida, como en una especie de deyaveu perpetuo y esa repetición casi idéntica me tiene extenuada, la verdad.
Pero como dice Sakira en una de las pocas canciones que consigo entenderle, “cuando menos te lo pienses sale el sol” y un buen día tu hijo se levanta sin que suene el despertador, así que no necesitas dejarte las cuerdas vocales en el intento y se lava la cara, se peina, se sienta a desayunar y se come TODO lo que hay en la mesa y lo descubres revisando su mochila para ver si no le falta nada, vistiéndose solo sin protestas y sin ponerse la camiseta interior encima del suéter y le cambia el agua a la tortuga y le da de comer. Y sobra tiempo y no tienes el acechante pelo de la barbilla aguardando y de pronto respiras hondo y casi de golpe recuperas la esperanza y la fé y crees en dios y en alá y en el dalai lama si hace falta.
Además al salir, la puerta como por arte de magia, se cierra casi dulcemente.

Para Pepa, una autentica lectora bombón, que además me da ideas.

Pd. Prometo renovar la obsoleta decoración navideña en un par de días. Vuelvo pronto

3 comentarios:

  1. ahhh, mi querida Ampariño.
    ha vuelto mi niño de sus vacaciones en argentina y ya vuelvo a la maraton diaria ... vuelta a tener ojeras y arrugas...
    no sabes CÓMO te entiendo!!
    salvo por lo del pelo (que seguramente es cuestion de un par de meses, que tambien ya lo tendre!)tus mañanas son casi identicas a las mias!
    a eso le sumo las variantes ocasionales:
    "no se que ponermeeeee, y cambiarme tres veces de ropa"
    "tengo pelos de bruja y no hay plancha que lo arregle "(tu sabes que me he liberado del tinte hace casi tres años!!!)
    "hostiaaaa que hoy tengo junta directiva, no puedo ir con estos vaqueros!!"
    "mami me hice pis en la cama"
    "mami estas zapatillas no me gustan/quedan/son del deporte del dia/"
    "mami la leche/tostada/galleta/colacao/ tiene gusto raro, me parece que voy a vomitar"
    "mami me olvide de darte esta nota"(algo urgentisimo de vital importancia a resolver ayer)
    "mami hoy no me gusta mi pelo, me peinas??"

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  2. Me gusta el nuevo formato del blog. Por cierto, cuando voy en bici hasta el trabajo, no hay día que no me encuentre mujeres corriendo de un sitio para otro...¿por qué es más típico de las mujeres el ir estresadas a todos los sitios?, ¿los hombres sólo corren en coche, moto o bici?, porque andando van mucho más tranquilos que las mujeres, tengo que analizar mejor este tema. Saludos y suerte mañana, que la puerta se vuelva a cerrar sin golpes

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  3. Carlita lo de hoy el colacao, la leche o la tostada tienen gusto raro y voy a vomitar es todo un clasico!! en cuanto a lo de porque las mujeres corremos más que los hombres dadme unos dias y te hago una comparativa con greficos y todo.
    Un beso a los dos

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