jueves, 11 de marzo de 2010

LAS TRES MENOS VEINTE

“La mamá de Laura, tiene ojos claros, verdes creo y el pelo rubio, muy largo y liso como esos de los anuncios de la tele, es alta y guapa, a mí me gusta mirarla en la puerta del cole, porque es una mami de esas que sonríen mucho y dan besos y se preocupan de que te comas el bocadillo y te limpian la nariz cuando te la tapan los mocos, una mami que siempre esta en la puerta cuando llegan las cinco.
¡Laura tiene tanta suerte!, porque además de su mamá, tiene un hermano mayor y un papá y hasta un gato que se llama Samuel.”
“Seguro que la casa de Laura es bonita y grande y sobre todo calentita y ella pinta y escribe mientras su mamá prepara la cena y luego le corrige los deberes y a la hora de dormir su papá le cuenta un cuento de princesas de color rosa, que son los favoritos de Laura – que yo lo sé, lo he oído en el patio- y ella se duerme rodeada de muñecas”
“Y por la mañana, su mami la despierta con un beso y le peina las trenzas rubias y le hace un zumo de naranja con el exprimidor – porque tiene muchas vitaminas, dice - y seguro que desayunan en su casa como en las películas, todos juntos.”
“Y por eso en el cole Laura siempre es la más lista y la más buena y todos los chicos de siete años quieren ser sus novios...
“Pero a mí me da rabia todo eso, la mamá guapa y la casa calentita y hasta su gato y por eso pego y chillo y no obedezco a la profe, yo quiero que mi mamá sea guapa y me dé besos y esté conmigo – que nunca está - y quiero comer cosas ricas y que no haga frío en casa y que mis hermanos no me peguen y me recojan cuando se abra la puerta del cole y no se olviden de mí.”
“A mí lo que me gustaría es que mamá sonriera mucho y me diera abrazos y aunque los dibujos ya sé que no me salen bien, me diga que son chulos y los ponga en la puerta de la nevera –que lo he visto en la tele- y se vistiera con un vestido bonito, como las princesas de la carpeta de Julia.
“Pero por mucho que quiero eso, nunca pasa, nunca está, siempre tiene que trabajar, mi mamá limpia en una casa calentita, como la de Laura, por eso no viene a recogerme y cuando llega siempre está cansada y no me revisa los deberes, ni prepara la cena.”
“Tampoco viene a hablar con la profe y estoy harto de que me den notitas, ya no se las doy, las rompo y las tiro en la calle, hay días en que sueño que vivo en casa de Laura y que soy tan listo como ella, en clase nadie se ríe de mí cuando me hago un lío con las letras y me imagino que tengo un estuche de spiderman como el de Luis y que juego con Nando y Martín al pilla pilla, juntos los tres, como amigos”
Lo peor de todo, es cuando no vienen a por mí, tengo que esperar en un banco de madera junto al bedel, yo solo. No me dejan jugar en el patio con los del comedor y me canso de mirar el reloj y me enfado, al principio lloraba pero ahora ya no. Si pasa alguno de mi clase se reiría de mí y se lo chivaría a los otros y me dirán tonto y malote. Y tengo hambre, porque estoy aquí desde la 1 y son las dos y media, me canso de mirar la puerta y nada.
Aprieto los puños y los dientes... y si pudiera le pegaría al bedel y me escaparía corriendo y ya lejos, muy lejos, debajo del puente donde nadie me viera lloraría mucho rato.

Las 3 menos veinte, tengo tanto sueño, me voy a dormir...

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