viernes, 29 de junio de 2018

53 CENTÍMETROS

Hace ocho años escribí uno de mis relatos favoritos, es un pequeño texto de apenas un párrafo. Nada del otro mundo, 14 líneas desgranando la cotidianeidad de un crío de siete años.

Hablaba de sus juguetes, de los cromos, de la ropa diseminada o de su cuerpo desnudo por el calor. Recuerdo como una foto el momento en que esas palabras se encadenaron solas en mi cabeza. Siempre me ha gustado verle dormir, sobre todo en verano, y cada noche me asomaba silenciosa para disfrutar un rato en el batiburrillo de su habitación.

Entonces él era “caramelito” y su cuarto cambiaba como el decorado de un teatro, se leía a Zipi y Zape, a Moradelo o a 13 rue del Percebe. Los abrazos eran el pan nuestro de cada día no como ahora, que transitando la ingrata adolescencia, solo aparecen como fiestas de guardar.

Aquel cuentecito se titulaba 128 centímetros, la estatura exacta del pimpollo, lo escribí de madrugada frente al papelito de la farmacia que demostraba que crecía rápido y creo que feliz.

En los ocho años transcurridos, su cuerpo se ha estirado más de medio metro, estamos rozando los quince y aunque cada día llego con él al borde del parricidio, miento si no os digo que me siento profundamente orgullosa. Llamadme contradictoria, pero en estos casos entre el asesinato y la rendida adoración hay solo un paso diminuto.

Esos 53 centímetros han traído un cuerpo atlético, puertas cerradas y malos humores, pero también han llovido sobresalientes en plan tormenta tropical e implicación y curiosidad por cualquier causa social en la que le animo a participar.

Ahora se prepara para comerse el mundo en Bournemouth, inaugurando oficialmente la época de los descubrimientos.

Mientras preparo su ropa o los regalos para su anfitriona, se me escapan sin control esas incomodas lágrimas de película de sobremesa.

“Caramelito” ya no existe…ni puñetera falta que hace.

Te quiero Max, eres una de mis poquísimas certezas.

Feliz pre-cumpleaños.

Mamá






6 comentarios:

  1. Muy bonito, Amparo, como siempre. ¡Enhorabuena a los dos! ( Visualizo perfectamente ese puntito oscilante que va de la rabia más oscura a la devoción extrema; a mí también me pasa y me puede durar apenas unos segundos, mis hijas creen que soy bipolar). Baci & abbracci!

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  2. Gracias Begoña! Que bien descrito!!! Un abrazo fuerte y si vienes cerca avisa para una caña!!!

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  4. Lo he leído dos veces, dos días diferentes, y ambas me has puesto al borde de las lágrimas mientras escucho Photograph de Ed Sheeran. No lo intentes! Te lo advierto, llorarás como una magdalena. Grande Amparo, como siempre. Un abrazo y que el viaje de Max sea esa puerta a una nueva dimensión de la vida llena de experiencias, alegrías y, como no, lecciones en forma de desconsuelos del corazón que lo curtan y que pueda recordar dentro de muchos años con una sonrisa en su rostro.

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    Respuestas
    1. Gracias por tus deseos. Está adentrándose en la edad de los descubrimientos. Ojalá le lleven lejos y le hagan feliz.
      Exprime los momentos con tu niña, te aseguro que son oro...y pasan tan rápido.
      Buen verano.
      Abrazo.

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    2. Gracias por tus deseos. Está adentrándose en la edad de los descubrimientos. Ojalá le lleven lejos y le hagan feliz.
      Exprime los momentos con tu niña, te aseguro que son oro...y pasan tan rápido.
      Buen verano.
      Abrazo.

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