martes, 3 de septiembre de 2013

ILUSIONISMO

La casa de mi abuela era un auténtico paraíso infantil. Grande, luminosa, con muchísimas habitaciones llenas de armarios, parecía un parque temático de la época. En ella mis primos y yo, jugábamos al escondite, nos disfrazábamos con las prendas más peregrinas o levantábamos una falla que cada 19 de Marzo, quemábamos en la terraza, ante su correspondiente fallera mayor. El lujo más grande lo constituía el cuarto de jugar. Toda una habitación dedicada a albergar juguetes de diferentes procedencias. Con un viejo tocador para maquillarnos, muñecas tullidas de al menos tres generaciones, bicicletas, balones o patines, que con un cuestionable criterio pedagógico, mi abuela nos permitía utilizar en su kilométrico pasillo.
Lo dicho, el paraíso.
Mi juguete preferido era la antigua chistera de mi abuelo. Cuando llegó a mis manos ya estaba bastante ajada, pero me sirvió para sacar de ella palomas ficticias, cartas marcadas o muñecas decapitadas. Porque he de confesaros que ser ayudante de mago, es mi profesión frustrada. Además la encontraba muy elegante y me veía de lo más profesional cuando me la colocaba.
Me enloquece la magia, el ilusionismo, el escapismo, los juegos de cartas, el mentalismo… y desde pequeña soñaba con ir vestida de lentejuelas de los pies a la cabeza y ayudar a un mago guapísimo a seccionar en dos, a cualquier incauto (esto último tengo que hacérmelo mirar o mejor no, a estas alturas seguro que ya no tiene remedio).
Esa chistera todavía existe, destartalada por el uso de tantas cabezas, ha conseguido llegar al siglo XXI y vive en mi casa. Mi hijo y sus amigos la han seguido utilizando para convertirse en magas y magos de altos vuelos. Es un objeto con un alma tremenda, ha procurado tanta diversión a lo largo de los años, que lleva el buen rollo y la energía, incorporados.
En su tiempo contó con una glamurosa sombrerera, pero ahora aparece donde menos te lo esperas. Olvidada en el suelo del salón después de cualquier representación, o sobre la cabeza de la rana Angelita a los pies de la cama de mi hijo.
Los años y la vida me han alejado del ilusionismo, de la capacidad de sorpresa, de ese ver y no ver. Estoy hecha una descreída.
La otra noche sin poder dormir, dolorida por una tremenda perdida, daba vueltas por casa. Al pasar frente al cesto de los juguetes, reparé en que la chistera estaba aplastada por dos pistolas de agua y una caja de piezas de lego, la rescaté, alisé un poco su maltrecho fieltro y me fui a la cama.
Esa noche vi a Marisa, nítidamente.
Yo tomaba café en una terraza y ella pasaba caminando junto a mí. No estaba sola. Sonreía, con una media sonrisa muy suya. Transmitía serenidad y confianza. Yo me levanté a saludarla pero ella no se paró, me miraba como disculpándose porque no podía detenerse. Porque ya nunca podría.
Al despertarme me encontré sonriendo levemente, luché por retener todos los detalles, agradecida a quien sabe qué por haber podido sentirla con tanta fuerza. Con su imagen fresca en mi cabeza, me levanté a preparar ese primer café tan necesario. Al llegar a la galería, me pareció que me observaban, desde la cima del cesto de los juguetes, la chistera, asomaba centenaria pero firme todavía.

Marisa, mágica…


14 comentarios:

  1. Jolín, estoy llorando. No tengo palabras. Ojalá pudiéramos hacer magia para pasar un ratito más con quien ya no está.
    Pero lo que sí podemos hacer es seguir ilusionándonos, para transmitir la magia a los que están a nuestro lado y que ellos, algún día puedan decir: ¡yo de pequeño jugaba con un sombrero de mago...!
    Un muy fuerte abrazo

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    1. Gracias Susana!!
      Ojalá que mucho de lo que siembro germine!! Ha sido un verano triste, seguro,que esté año aunque no me guste el otoño será mejor.
      Abrazos fuertes

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  2. Menos mal que Marisa no se paró a decirte: "Regala la chistera a los del PP, a ver que se sacan de ella". No, vaya tontería, si ellos ya tienen unas cuantas, y de ilusionismo saben un mogollón. A ver si a tu hijo también le da por el tema de la magia (pero nada de echar polvos mágicos, que ya sabemos como acaban). Ahora me he pasado. Besos

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    1. Querido Wambas, a los Sres. Del PP no les hace falta chistera alguna. Mienten con un descaro grande, en mi tierra baten récords, ya sabes ni siquiera necesitan firmar papeles... Mienten mirando a los ojos que es lo peor y no son los únicos.
      Este verano ha sido muy triste para mi espero que tu hayas pasado buenos momentos. Te mando un abrazo!

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  3. La magia la transmites tú con tu energía y tu forma de ver la realidad, querida amiga. Tu eres la chistera de muchas vidas, de muchas personas a las que les entregas el mayor tesoro que una chistera de mago puede sacar: la alegría, el optimismo y las ganas de seguir adelante mirando la vida con un prisma diferente, directamente sacado del corazón.

    Un beso muy fuerte y nos vemos prontito, prontito...

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  4. He perdido a una amiga, alguien muy especial, que además ha sufrido muchooooo...
    Esta siendo duro y los cuentos son mi terapia. Era una gran persona, luminosa y vital, ha dejado un gran vacío en mucha gente. La añoro mucho, no,quiero ni pensar lo que deben estar sufriendo su marido, su hijo, su padre...
    Se qué tu tienes también un agujero grande en tu vida. Te mando fuerza para disimularlo, aunque Laura es el mejor maquillaje para ese dolor. Abrazos

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  5. Qué gran cuentecito. Yo también provengo de una infancia mágica. M abuelito y mago "Jeri" me enseñó muchos trucos desde pequeñita y como tú mi profesión frustada es la de ayundate de mago. Tu amiga Marisa (mi queirda tieta) siempre me animó a serlo. Siempre me decía:lo importante es ser feliz. Y me lo decía con tal sonrisa que era imposible no ver que ella lo era en todas y cada una de sus versiones como persona. Creo que la verdadera magia que nos ha dejado es recordarla cada vez que sonreímos. El mejor homenaje que podemos hacerle es ese. Como tú, también estoy muy triste pero intento sonreír por ella, como me enseñó. Qué don más especial poseía nuestra estupendísima Marisa.

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  6. Gracias por tu comentario Carla! Tienes mucha razón a ella le encantaría vernos contentos, felices aprovechando los ratos que la vida nos regala y exprimiéndolos para que no se desaproveche ni un minuto. La recordaremos al disfrutar, al ver sus obras o simplemente al pasar por un lugar donde tomamos un café. Tener alguien así no es frecuente, como comenté en tu blog ha sido todo un privilegio. Abrazos grandes para ti y los tuyos.
    AUPA MARISA

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  7. Este verano ha sido muy triste perder a una hermana es muy duro. Sin embargo, al ver cuanto amor dejo sembrado, cuanta.magia en sus obras, cuantas personas la admiran, no puedo sino sentirme orgulloso y un privilegiado.
    Gracias por tu escrito tan bello. Besos para tod@s.

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    1. Gracias Luis!! Marisa era una persona grande, en lo creativo, en su calidez, cercana, detallista, valerosa y fuerte. Deja una estela tremenda de gente querida que la admirábamos y éramos conscientes de ese punto especial, de esa luz... Llámalo como quieras. Yo he escrito mucho sobre Marisa, en este mismo blog tienes un par de cuentos más sobre ella. Uno se llama Luz y es de finales del año pasado otro se llama la secta de las Marisas, quizá te apetezca darles un vistazo alguna vez. En los veinticinco años que la conozco solo encontré en ella alegría, vitalidad y optimismo. Si no te podía dar la mejor cara, no te daba ninguna. Todos fueron buenos ratos. No me digas que en estos tiempos, eso no es pura magia...
      Te mando un gran gran abrazo, a ti y a todos los tuyos.

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  8. Un relato muy entrañable, Amparo. Un abrazo.

    No, no soy un robot:
    neialc 38

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    1. Perdona Miguel se han pasado los días y no te he dado las gracias por tu comentario! Te mando besos!!
      Se bien que no eres un robot. Con esa creatividad, no puede haber metal en tu cuerpo

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  9. Jo, Amparo, que sana envidia me das. Yo daría todo lo que tengo por soñar una noche con Marisa. Por ahora no lo he conseguido. Serán las pastillas que tomo para dormir. Y es que ella sigue presente en mi vida el 90 % del tiempo.
    Antes era el 100.
    Marisa te adoraba. Quizas por eso quiso despedirse personalmente.
    Gracias por tus escritos, por tu amor y tu cariño continuo, y por la fruta
    tan buena que nos traías... Gracias, otra palabra que marisa repetía con frecuencia. Gracias. Gracias.Gracias.Gracias. Gracias.Gracias.Gracias.


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  10. Gracias a ti, a tus cuidados, a tu amor sin fin, a la lucha, a la esperanza. Tu fuiste de los grandes premios con que la vida la recompensó. EL COMPAÑERO y no uno cualquiera, sino uno de los grandes.
    Cuídate mucho y muchas gracias por tus palabras, te lo agradeceré siempre.

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