viernes, 30 de septiembre de 2011

MEDICOS

Hoy quería hablar de la real cara dura que tiene nuestro rey. De cómo se permite ironizar con los sacrificios y recortes sufridos y los que (Dios nos coja confesados) tendremos que sufrir de ahora en adelante. Así sin temblarle la voz, como si fuera un parado que tuviera que irse rápidamente a la cola del inem. Cojeando con esa muleta supersónica de 3000 € que lleva hasta timbre. Quizá no me hubiera irritado tanto si no lo hubiera visto en Mónaco hace un par de días, recorriendo con total desahogo, la feria internacional de embarcaciones de alta gama, allí entre yates de 70 metros de eslora, ni muleta, ni sacrificios, ni ná de ná.
Por no hablar de los 10 milloncitos que su yerno, al que elegantemente quitaron del medio, mandándolo a Washington hace un año, ha trincao de los gobiernos autonómicos de Baleares y Valencia.
Va a ser que no ando muy monárquica que se le va a hacer… pero le recomiendo que se ande con ojo, porque en esta caída libre en la que nos encontramos, él, su yerno, su yate y los tacones de Letizia, pueden acabar haciendo las maletas como no anden discretos.
Pero no pierdo más tiempo, porque de quien realmente quiero hablar es de Ceferina Cuesta (vaya nombre más feo pobrecita mía), una médico del SAMU que ayer acudió a una iglesia de Madrid donde un loco acababa de asesinar a una chica embarazada y herir a varias personas, sin dudar, sin pensar, sin temblar, con esa sangre fría especial que tienen los médicos, al ver que la madre estaba muerta, hizo una cesárea de urgencia en el suelo de la iglesia y salvó la vida a ese bebe. En mitad de la tragedia, sin perder un instante.
Como sabéis, en mi vida por desgracia, abunadan las visitas a hospitales y en la absoluta mayoría de los casos, los médicos que conozco, son como el Señor Lobo de Pulp Fiction, solucionadores de problemas. Desde el neurocirujano que se tiró 7 horas operando la medula de una amiga, a mi oncólogo que guarda sus vacaciones para trabajar en la India dos meses al año.
Son diferentes, valientes y concretos, es lo que tiene trabajar con vidas ajenas.
Hay que tener algo extraño para atreverse a vivir ese nivel de estrés de manera cotidiana, para aprender a sobrellevar los fracasos y seguir con la cabeza clara. Amables a veces pero distantes siempre, sin involucrarse demasiado para poder mantener el equilibrio.
Ellos, como tantos de nosotros, si podrán hablar de sacrificios, sin yates de 70 metros de eslora.

Va por Ceferina Cuesta y su nómina recortada.

3 comentarios:

  1. No sé cuál es el comentario de nuestro gran monarca y amigo, ese ser magnánimo que no ha dudado en sacrificarlo todo por su país (de adopción, pues nació en Roma). Seguramente le pillaron en un momento en el que no le habían preparado el discurso. Respecto a los médicos, como todo en la vida, creo los hay de todos los tipos. Mucha gente los critica y otra les adora, yo sólo sé que no serviría para esa profesión, por eso tengo que respetarlos. Ojalá sirviera y pudiera tener el don de salvar vidas. Un abrazo de otro antijetas

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  2. yo tampoco he oido el comentario pero ya sabemos del elevado índice de consaguinidad que tienen los borbones y su repercusion a nivel intelectual...cosa que por otra parte no les ha impedido mantenerse en la monarquia.

    supongo que el presupuesto destinado a la realeza y sus colaterales también habra sido recortado, pero cuánto será éste, para que no haya afectado a su tren de vida. y él, como como nuestra Espe (la Presi de Madrid) van a operarse a la sanidad publica por los mejores medicos a los que la nomina se les ha reducido notablemente. la vida...

    yo tambien paso muchas horas en el hospital para mi desgracia y conozco a alguno de esos médicos a los que te refieres (tambíen conozco de los otros, la verdad), asi que uno a tu dedicatoria, vaya hoy por ellos.

    Un saludo tocaya (lo de Addis es el nombre artistico...jajaja, por no dar datos personales en el blog, llamame paranoica)
    ;)

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