jueves, 16 de diciembre de 2010

ELOGIO DE LA MACETA

Nunca fui la virgen Maria en el belén del colegio. Mi piel y mi pelo daban más en niña palestina de humilde condición, por lo que mi destino de pastorcilla estuvo claro desde los 5 años.
Mari Carmen Llabata (aún me acuerdo de su nombre 40 años después, lo cual da idea de lo importante que son estas cosas cuando eres un crio) era la eterna virgen - espero que con el tiempo arreglara debidamente este delicado apartado de su vida personal -
Cada año se repetía invariablemente en el papel, su pelo rubio ondulado y sus inmensos ojos azules ayudaban considerablemente, además no tenia dialogo, porque creo recordar que se encajaba un poco al hablar (nobody is perfect), solamente sonreía beatíficamente y acariciaba al niño Jesús de atrezzo, con un despliegue de ternura impropio de su edad.
Mientras todos los demás léase: ángeles, reyes, pastores, árboles, nubes, macetas y flores rodeábamos la escena cantando un villancico.
El culmen de mi humillación navideña se dio creo en tercero de primaria, cuando la profesora Dña. Ana Sanz me dijo “Maria Amparo, tu no cantes por favor, solo mueve la boca”. En su descargo diré que la pobre lo intentó todo, pero por lo visto desafinaba tanto que no le quedó otra opción que sumirme en el silencio para lograr mantener minimamente la dignidad del espectáculo.
Con estos antecedentes podréis entender perfectamente que me resulte especialmente delicioso un anuncio de televisión que están poniendo estos días, donde un niño disfrazado de oveja intenta convencer a todo el mundo de la importancia trascendente de su papel en la función. Con un: “Las ovejas somos muy pero que muy importantes” me hace sonreír y hasta dejo de pelar patatas y corro a verlo cada vez que escucho la música de fondo.
Disfrutemos de esa energía que se desprende de los salones de actos llenos de niños nerviosos intentando recordar el paso de baile o el texto de la obra. Y quien no tenga un pasado de maceta, árbol, nube, reno, oveja o pastorcillo que tire la primera piedra.

Yo creo que somos legión.

Besos y feliz navidad.

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿QUE HACEMOS?

Por aquí la cosa anda revuelta. Tenemos ministras ocupadas en la carga sexista del cuento de Blancanieves, presidentes que tienen encuentros cósmicos con Obama, videojuegos orquestados por la derecha que disparan a personas inmigrantes, o señoritas que tienen orgasmos cuando depositan la papeleta del partido socialista en la urna (cosa que me resulta de ciencia-ficción con un candidato como el Sr. Montilla, más que nada porque me cuesta imaginarlo en esas lides).
Estamos gobernados por un partido ¿“socialdemócrata”? que suspende el subsidio de 400 euros a los parados que han consumido sus prestaciones y hace un mercadillo con las principales empresas públicas del país, aquí te vendo un aeropuerto aquí una administración de lotería, no quiero pensar cuando empiecen las rebajas y se vendan hospitales en plan saldo con descuentos de hasta el 50%.
Con la misma cara nos comunican que tendremos que trabajar hasta los 67 o 70 años y morirnos un poquito antes porque si no lo de las pensiones va a estar francamente jodido.
Tal vez en esos hospitales de liquidación nos faciliten pastillitas para caducar como los yogures, no lo descartéis todo se andará...
A estas alturas del partido nadie tiene una venda en los ojos. Zapatero ha retrasado, mentido, postergado, escondido la cabeza bajo el ala pensando que no hay mal que cien años dure. Pero la tormenta no ha escampado y se ve obligado a cortar y subastar más trozos de pastel y esa improvisación, ese despedir a todos los colaboradores que le invitaban a abrir los ojos en su momento, le ha llevado a esta liquidación por traspaso que estamos viviendo.
Debe sentirse devastado como ser humano, porque verte obligado a desterrar tus ideales y tu programa no es plato de gusto para nadie, pero me parece que no le queda otra que auto inmolarse.
Pero pavor me da el que viene detrás, primero por su falta de interés en arrimar el hombro en este momento delicadísimo o por su falta de liderazgo o por traer aparejado el descenso de nuestros derechos o el auge de la extrema derecha, de la xenofobia ... es algo que está esperando ahí agazapadamente.

Ayer dos amigos muy queridos se quedaron sin trabajo, sin expectativas, con cuarenta y muchos años, hipotecas e hijos...

Yo al enterarme no pude menos que recordar la carga sexista del cuento de Blancanieves, o las confraternizaciones cósmicas a nivel planetario y pensar en definitiva, si es esto lo que nos merecemos.

A

(hoy como habréis podido deducir no demasiado optimista)