miércoles, 1 de octubre de 2014

TELÓN

Ando un poco cansada de mantener el equilibrio. Y de ser princesa ni te cuento. Será el peso de la purpura, ¿no dicen que Letizia ejerce solo de lunes a jueves? ¿Quizá el agotamiento es algo común en las testas coronadas?
Hace casi cinco años que empecé a contar historias en este blog. Ha habido un poco de todo, mucha risa, penas, miedo, conciencia social, lagrimilla fácil, kilos de más o de menos, desorden… Fiel reflejo de la voz de su amo. Ha resultado una fantástica terapia para no perder del todo la cordura.
Ahora necesito cambios.
Serán los 50 recién estrenados, la adolescencia de mi hijo, las preguntas sobre su abandono que me taladran, la incertidumbre abrumadora en que vivimos o la lucha diaria para que mi madre se cambie de bragas.
Debo reinventarme. Laboralmente al menos, volver a saber venderme como señora ingeniosa de mediana edad capacitada para ejercer de becaria complaciente (menopáusica, pero complaciente) que una cosa no quita la otra. Si alguien sabe de algún empleo ya tardáis en avisar, tengo un curriculum de lo más pintoresco.
Como no me aclaro a darle una manita de pintura al blog para dejarlo niquelado, -llamadme taruga virtual- he pensado que quizá una mudanza no sería mala cosa. Así que me voy a tomar unas pequeñas vacaciones. Nada serio, intentaré volver más republicana y divertida en otra parte.
Dejo pendiente un post analizando exhaustivamente el bodorrio de George Clooney, ya sabéis la cabra siempre tira al monte y hay cosas que no voy a poder evitar.
Cuando tenga piso bonito y nueva dirección la dejaré por aquí. PROMETIDO. Tal vez os apetezca ver como se me da esta quinta década.

Gracias a todos los que dedicáis tiempo a mis chifladuras, habéis sido y sois, tremendamente amables.

Abrazos.

A