miércoles, 25 de septiembre de 2013

MANTRA PARA PREADOLESCENTES

Todas las madres somos pesadas. Es algo que va con el papel, como saber la dosis del jarabe para los mocos o pelearte, para que hagan buena letra. Mi hijo que ya no es un crio, está crecidito (preadolescentes dicen ahora, pollita decían en mi época), contesta a veces y empieza a creerse en posesión de la verdad absoluta. Así que he comprado un marco monísimo en Zara Home y le he cascado estos consejitos en la cabecera de la cama.
Cuando lo castigue los va a leer 20 veces del tirón, como un mantra, a ver si se le queda algo.
Confiemos en la suerte…

1º TE QUIERO, ERES MI VIDA.
2º SE AMABLE Y LOS DEMÁS, CASI SIEMPRE, LO SERÁN CONTIGO.
3º DÍ POR FAVOR Y GRACIAS. SON PALABRAS IMPORTANTES, NO TE OLVIDES.
4º SE CARIÑOSO, CON LOS AMIGOS, LA FAMILIA, LAS NOVIAS CUANDO LAS TENGAS… A TODOS NOS GUSTA QUE NOS DIGAN QUE SOMOS ESTUPENDOS Y QUE NOS QUIEREN.
5º PIENSA LA SUERTE QUE TIENES POR LO BUENO QUE TE PASA Y SE AGRADECIDO.
6º DISFRUTA TODO LO QUE PUEDAS. BAILA, JUEGA, ESCUCHA MÚSICA, HAZ SIEMPRE DEPORTE…PASATELO BIEN.
7º SE GENEROSO, SOBRE TODO CON LOS AMIGOS, ASÍ SEGURO QUE TENDRÁS MÁS Y NUNCA TE SENTIRÁS SOLO.
8º CUANTO MÁS DURO SEA EL TRABAJO QUE VEAS DESEMPEÑAR A UNA PERSONA, INTENTA COMPORTARTE CON ELLA LO MEJOR POSIBLE.
9º RIE TODO LO QUE PUEDAS Y ESCUCHA A LOS DEMÁS. APRENDERÁS BASTANTE.
10º LEE, AUNQUE AHORA NO TE GUSTE. INSISTE, LLEGARÁ UN MOMENTO, EN QUE CON SUERTE, FORMARÁ PARTE DE TU VIDA.
11º SI VES ALGO BUENO EN UN AMIGO, DISELO. SI ES SIMPATICO O GENEROSO, O TE AYUDA CON LOS DEBERES.
12º NO HABLES MAL DE LOS DEMÁS.
13º SE RESPETUOSO, NUNCA DEJES DE INTENTARLO.
14º PAPÁ Y MAMÁ TE QUIEREN HASTA EL INFINITO, HAS SIDO UN HIJO MUY DESEADO Y ESTAMOS AGRADECIDOS A LA VIDA POR TENERTE.
15º ERES ESTUPENDO Y SI TE CORREGIMOS, ES PARA QUE AUN LO SEAS MÁS.
16º CADA DÍA ES UNA MARAVILLA, APROVECHALO Y LLENALO DE COSAS BUENAS.
17º SI TE EQUIVOCAS PIDE PERDÓN. HAY QUE HACER LAS PACES SIEMPRE.
18º ESFUERZATE, NO TODO VIENE REGALADO. HAY QUE LUCHAR MUCHO POR LO BUENO QUE QUIERAS CONSEGUIR.
19º DOMINA TU PRONTO, CUENTA HASTA DIEZ, VEINTE O CINCUENTA Y RECUERDA, QUE NO SIEMPRE LLEVAS LA RAZÓN.
20º INTENTA DARLE UNA LEIDA A ESTOS CONSEJOS, QUE LA CHIFLADA DE TU MADRE TE HA COLGADO EN LA PARED.

martes, 3 de septiembre de 2013

ILUSIONISMO

La casa de mi abuela era un auténtico paraíso infantil. Grande, luminosa, con muchísimas habitaciones llenas de armarios, parecía un parque temático de la época. En ella mis primos y yo, jugábamos al escondite, nos disfrazábamos con las prendas más peregrinas o levantábamos una falla que cada 19 de Marzo, quemábamos en la terraza, ante su correspondiente fallera mayor. El lujo más grande lo constituía el cuarto de jugar. Toda una habitación dedicada a albergar juguetes de diferentes procedencias. Con un viejo tocador para maquillarnos, muñecas tullidas de al menos tres generaciones, bicicletas, balones o patines, que con un cuestionable criterio pedagógico, mi abuela nos permitía utilizar en su kilométrico pasillo.
Lo dicho, el paraíso.
Mi juguete preferido era la antigua chistera de mi abuelo. Cuando llegó a mis manos ya estaba bastante ajada, pero me sirvió para sacar de ella palomas ficticias, cartas marcadas o muñecas decapitadas. Porque he de confesaros que ser ayudante de mago, es mi profesión frustrada. Además la encontraba muy elegante y me veía de lo más profesional cuando me la colocaba.
Me enloquece la magia, el ilusionismo, el escapismo, los juegos de cartas, el mentalismo… y desde pequeña soñaba con ir vestida de lentejuelas de los pies a la cabeza y ayudar a un mago guapísimo a seccionar en dos, a cualquier incauto (esto último tengo que hacérmelo mirar o mejor no, a estas alturas seguro que ya no tiene remedio).
Esa chistera todavía existe, destartalada por el uso de tantas cabezas, ha conseguido llegar al siglo XXI y vive en mi casa. Mi hijo y sus amigos la han seguido utilizando para convertirse en magas y magos de altos vuelos. Es un objeto con un alma tremenda, ha procurado tanta diversión a lo largo de los años, que lleva el buen rollo y la energía, incorporados.
En su tiempo contó con una glamurosa sombrerera, pero ahora aparece donde menos te lo esperas. Olvidada en el suelo del salón después de cualquier representación, o sobre la cabeza de la rana Angelita a los pies de la cama de mi hijo.
Los años y la vida me han alejado del ilusionismo, de la capacidad de sorpresa, de ese ver y no ver. Estoy hecha una descreída.
La otra noche sin poder dormir, dolorida por una tremenda perdida, daba vueltas por casa. Al pasar frente al cesto de los juguetes, reparé en que la chistera estaba aplastada por dos pistolas de agua y una caja de piezas de lego, la rescaté, alisé un poco su maltrecho fieltro y me fui a la cama.
Esa noche vi a Marisa, nítidamente.
Yo tomaba café en una terraza y ella pasaba caminando junto a mí. No estaba sola. Sonreía, con una media sonrisa muy suya. Transmitía serenidad y confianza. Yo me levanté a saludarla pero ella no se paró, me miraba como disculpándose porque no podía detenerse. Porque ya nunca podría.
Al despertarme me encontré sonriendo levemente, luché por retener todos los detalles, agradecida a quien sabe qué por haber podido sentirla con tanta fuerza. Con su imagen fresca en mi cabeza, me levanté a preparar ese primer café tan necesario. Al llegar a la galería, me pareció que me observaban, desde la cima del cesto de los juguetes, la chistera, asomaba centenaria pero firme todavía.

Marisa, mágica…